El verano está a la vuelta de la esquina y nuestros pies suelen sufrir ciertas cosas que, teniendo en cuenta un par de consejos, conseguirás evitar y que tus pies disfruten al 100% del verano.
El gran miedo de nuestros pies en esta temporada: las rozaduras y ampollas. Al no usar calcetines, se acaba produciendo fricción de la fina piel de los pies con el interior de tus sandalias. Por otra parte, al llevarlos al descubierto esto hace que se deshidraten y se provoque una cierta abrasión por el contacto con el zapato.
¿Qué hacer entonces? Lo principal y más importante para evitar lesiones en la piel es mantenerlos siempre hidratados con cremas específicas para esta zona. El momento ideal para aplicar estas cremas es en la noche antes de acostarnos, así impedimos que con el calzado se pueda retirar el producto.
Otro consejo que podemos darte es aplicar vaselina neutra o lubricantes específicos en las zonas de mayor fricción para evitar las ampollas y rozaduras mientras caminas.
Cómo último consejo y, uno de los más importantes, te recomendamos que utilices zapatos de piel. Al utilizar zapatos de calidad y piel natural, tus pies sufrirán mucho menos ya que la piel acaba cediendo y ajustándose al pie. Además, estás de suerte porque todas las sandalias HEE son de piel natural ;)
Y… ¿qué hay del calzado cerrado en verano? Si vas a utilizar calzado cerrado para hacer alguna actividad o simplemente por gusto intenta que este sea un tipo de modelo sin costuras que esté confeccionado con material técnico. Este tipo de material favorece disminuir el sudor y permite un ajuste en el pie sin llegar a oprimirlo.
Si nos has podido seguir estos consejos y ya tienes alguna lesión en tus pies, seguramente lo que busques sea una manera de calmar tus pies y hacer que las heridas se curen lo más rápido posible. Te diremos cómo.
Las ampollas no son sólo dolorosas y molestas, pueden llegar a infectarse y originar dolores y lesiones en los huesos y músculos (estas lesiones pueden darse por una mala pisada al tratar de evitar el dolor al caminar). Por ello, es importante que la curación sea efectiva.
Para rozaduras, lo recomendable es lavar muy bien la zona con agua y jabón, un antiséptico y tapar la zona afectada para que la herida no quede contaminada y no esté en contacto con el calzado.
Si hablamos de ampollas, estas deben drenarse cuidadosamente pinchándose con una aguja previamente desinfectada. Se debe extraer el líquido pero no la piel sobrante, un error que se suele cometer, lo que sí que se ha de hacer es cubrir la zona con un apósito y esperar que cicatrice.
A lo largo de esta temporada, os iremos dando más tips para intentar que vuestros pies sufran lo menos posible y así podrás disfrutar de un verano libre de dolor en los pies.
